Azaroak 4: La hermanastra fea

LA HERMANASTRA FEA

Noruega, 2025 110´

Zuzendaria: Emilie Blichfeldt

Gidoia: Emilie Blichfeldt

Musika: John Erik Kaada, Vilde Tuv

Argazkilaritza: Marcel Zyskind

Aktoreak: Lea Mathilde Skar-Myren, Ane Dahl Torp, Thea Sofie Loch Næss, Flo Fagerli

Sinopsis

En una versión retorcida del clásico cuento de Cenicienta, La Hermanastra Fea sigue a Elvira mientras tiene que competir con su preciosa hermanastra. En un reino de cuento de hadas donde la belleza es un negocio despiadado, Elvira hará lo que haga falta para captar la atención del príncipe. La Hermanastra Fea es el sangriento relato de la sangre, sudor y lágrimas necesarias para convertir a Elvira en la reina del baile.

Sinopsia

Errauskine ipuin klasikoaren bertsio bihurri batean, ahizpaorde itsusiak Elvira jarraitzen du bere ahizpaorde ederrarekin lehiatu behar duen bitartean. Edertasuna negozio basatia den ipuinetako erreinu batean, Elvirak printzearen arreta bereganatzeko behar den guztia egingo du. Ahizpaorde itsusiak Elvira dantzaldiko erregina bihurtzeko behar diren odol, izerdi eta malkoen kontakizun odoltsua da.

Sariak

  • 58. Sitges-ko jaialdia: film onenaren saria
  • 75. Berlingo Nazioarteko Zinemaldia( Berlinale). Panorama saila- Ikuslegoaren sarian izendapena

La hermanastra fea, primera película de la cineasta noruega Emilie Blichfeldt, se ha alzado con el máximo galardón de la 58ª edición del Festival de Sitges. El filme, versión actualizada y feminista del cuento de Cenicienta, aborda los cánones de belleza femeninos contemporáneos aunando terror con comedia sarcástica.

La hermanastra fea según Emilie Blichfeldt: “ Si yo siento algo como bello, es que debe serlo”

La cineasta noruega compite en Sección Oficial de Sitges con una ´beauty horror´ de tacitas que ha sacudido estómagos y prejucios desde su estreno en Sundance

Como buena ‘body horror’, ‘La hermanastra fea’ revisa el cuento de Cenicienta desde el impacto. En ella, Elvira (Lea Myren, también debutante), la hija mayor de una familia distinguida que, para enamorar a un príncipe, se somete a las (muy dolorosas, muy desagradables) operaciones estéticas que en el siglo XVIII empezaban a prodigarse. Eso incluye alegremente narices rotas, pestañas cosidas y una monstruosa tenia. Todo, procedimientos reales de la época. Bromea Emilie Blichfeldt, su directora: “Tienes permiso para taparte los ojos, pero si lo haces y te arrepientes, me he asegurado de que la prótesis estará allí cuando vuelvas a mirar”. El efecto especial naturalmente es práctico: “Quería hacerun cuento de hadas donde los cuerpos de las protagonistas se sintieran reales. En Disney, todos los cuerpos se sienten de plástico, como muñecas, no crees que puedan dañarse”, apunta la realizadora, sobre uno de los títulos más comentados de la 58 edición del Festival de Sitges

Quería piratear vuestra relación con la Cenicienta, cambiar para siempre vuestra percepción del personaje. Eso no se consigue con un drama de época, sino con un cuento de hadas a lo grande”. Por lo que cubrió su versión “realista” del cuento con un halo de fantasía. En la película se mezclan vestimentas de distintos períodos históricos (de la Ilustración a los años setenta), y los bailes de salón se convierten en números musicales algo inquietantes bajo los compases de un sintetizador. Además, la cámara se mobiliza, entre televisiva y memética, para seguir las reacciones de Lea Myren, siempre con un punto de simpatía histriónica. “Lea es una punki. Se siente muy cómoda en su cuerpo, y no se piensa demasiado”, argumenta para justificar el distanciamiento que provoca la teatralidad de sus gestos, que no quiso intelectualizar o reducir. “Elvira también arranca la película simplemente existiendo, y es a través de la objetivación de los demás que empieza a ser muy consciente de sí misma. Eso la lleva a ser egoísta y, por tanto, mala persona”.

Con la intención de no obsesionarse, la directora acordó consigo misma que pondría a la intuición por faro: “Como debutante, prefería excederme que decepcionar. Y he aprendido a mojarme. Si yo siento algo como verdadero, divertido, bello o emocionante, es que debe de serlo”, explica Blichfeldt. Por referente, tuvo especial interés en el cine de los setenta. Cita películas como La bella y la bestia’ de Juraj Herz (1978), que la acercaba al imaginario de los Grimm y a una sensibilidad del Este de Europa, o los Cuentos inmorales’ de Walerian Borowczyk (1973), aunque “son bastante más locas que la mía”.

Un estudio corporal, cultural

“Durante mucho tiempo llamamos al proyecto ‘La hermanastra’, porque queríamos que la gente fuese crítica con la etiqueta de ‘fea’. ¿Qué es ‘feo’ o ‘bello’? Si quise contar esta historia fue porque en primer lugar yo misma me identificaba con la hermanastra. Tengo una talla 42 y ya sentía la culpa y la pena de ser fea. Hay una sola Cenicienta como existe un solo ideal de belleza, y todo el resto de mundo que trata de caber en sus zapatos metafóricos somos las hermanastras feas”, así resume la cineasta la implicación personal que tuvo para con el proyecto.

En Noruega, es una extendida tradición navideña releer la Cenicienta en familia. Y Blichfeldt (34 años) detalla cómo, de pequeña, quedó totalmente marcada por una ilustración en un álbum infantil donde la hermanastra Elvira sostiene un serrucho sobre su pie, dispuesta a caber, a toda costa, en el zapatito de Cenicienta. “Los cuentos de hadas están mucho más arraigados en nuestra cultura de lo que nos gusta reconocer. Aún contamos la historia de Cenicienta, sin ser muy críticos acerca de la moraleja que estamos transmitiendo a los niños”. Lo cual le genera, como narradora, más de una contradicción: “Al mismo tiempo, me convertí en cineasta para participar en esta cultura, como antes que yo lo han hecho tantos narradores con ganas de darle un giro a las cosas. Así que siento que estoy tomando el relevo de los hermanos Grimm, dándole un giro, para que alguien en un futuro pueda dar otro giro a la historia que yo legue.

Thea Sofie Loch sobre La hermanastra fea, Cenicienta y el mensaje de la película

Thea Sofie Loch interpreta a Agnes, la Cenicienta de esta historia, quien despierta los celos de su madrastra y su hermanastra, y esto la deja en una posición difícil, donde es obligada a trabajar y servir a su nueva “familia”, pero también a pelear para poder escapar de una vida de miseria y malos tratos.

Para LochLa hermanastra fea demuestra que Agnes no es la típica princesa, pero también que, en este contexto, llamar la atenuación del príncipe no es suerte o una buena noticia, y el tema de los estándares imposibles de belleza son lo que más resuena, y lo que hace que esta historia sea tan potente.

Sobre cómo casi no es elegida para ser parte de la película

“Emilie había hecho un cortometraje en 2018, y yo tuve el papel de Cenicienta, y recuerdo que me dijo: Es una lástima, porque creo que vas a ser demasiado vieja cuando hagamos la película real, y yo le dije: ¿A qué te refieres? Este es un proyecto feminista, no hablamos sobre edad. Pero estaban buscando a actrices de 16 años y en Suecia, yo soy de Noruega, pero buscaron y buscaron, y al final me preguntaron si yo podría hacerlo en sueco, así que aprendí sueco e hice la audición y, justo al final, antes de empezar a filmar, dijeron: está bien, ella puede hacerlo, no tiene que tener 16. Para mí, fue como cerrar un círculo y es mi proyecto soñado, porque amo todo lo que representa. Además, estar en un set, rodeada por grandes mujeres en cada departamento, es como estar en el cielo”.

Sobre interpretar a una Cenicienta distinta y que no es perfecta

“Creo que ella definitivamente tiene más agencia en esta versión. Hemos conocido a Cenicienta como la víctima definitiva, y ella triunfa por su bondad, su belleza y su inocencia, pero aquí, aunque es esta misma figura, no es completamente inocente, tiene mucho conocimiento, el sexo es algo natural para ella, no es esta virgen perfecta, ella sabe cosas del mundo, creció con un padre que la ama y tiene esta seguridad en sí misma, que a mí me parece que es donde radica su belleza, en que ella camina por el mundo con la sensación de que merece estar ahí, que tiene una silla en la mesa. Eso es algo que Elvira no tiene, pero creo que son víctimas de la misma sociedad, Agnes también está atrapada en esa prisión de la belleza. Lo más triste es que estas dos chicas podrían haber sido amigas, podrían haberse ayudado la una a la otra, pero el sistema las aleja y las separa”.

“Creo que yo quería mostrar que ella tiene poder de decisión, que tiene conocimiento y que su belleza viene del interior, de haber crecido con alguien que la amaba de verdad. Ella no ha tenido que preocuparse por nada, no usa maquillaje, es muy natural, no está esperando que alguien la salve y hace lo que tiene que hacer para salvarse a sí misma, ella no está esperando al príncipe, pero está dispuesta a lidiar con él si eso puede darle una salida”.

Sobre los estándares de belleza, las presiones sociales y los extremos a los que llegamos

“Creo que es muy importante. Estoy muy feliz de que esta película tenga la audiencia que está teniendo. Sí, es un Body Horror y una reinterpretación de Cenicienta, pero también dice algo que es muy importante sobre nuestra sociedad, sin pretender ser algo moralista. La película no quiere juzgar a nadie, pero te enseña esa realidad extrema en la que si nos inyectamos cosas para ser más delgadas, ¿qué tan diferente es eso de usar lombrices como lo hace Elvira? Es interesante que es un espejo de nuestra sociedad, pero de manera más extrema, y muestra lo triste que es eso. Incluso en la historia, Cenicienta termina con el príncipe, pero ese no es un final feliz, ella no quiere estar con él, pero, para poder sobrevivir, tiene que elegir al hombre y yo desearía que no fuera así, que tuviera opciones”.

“Fue muy irónico, porque Lea Myren, quien interpreta a Elvira, ella tiene todo eso que Agnes tiene, tiene esta seguridad en sí misma, esa sensación de pertenencia, tiene confianza, y yo no tengo eso, Yo he tenido muchos problemas con las inseguridades corporales, así que, uno de los primeros días de filmación tuve un día libre y fui al gimnasio porque quería ser flaca y ser perfecta, y me rompí un dedo, así que, durante toda la filmación no pude usar zapatos, porque estaba cojeando porque tenía el dedo roto intentando ser hermosa, y eso fue lo más icónico. Todos nos sentimos la hermanastra fea a veces, y me dio tristeza que estaba haciendo esta película y todavía estoy atrapada en eso, a pesar de que soy más inteligente que eso, pero quería sentirme perfecta, y creo que nunca me voy a sentir así, nuestras mentes están contaminadas por ideas y estándares equivocados, a los que no apoyo, pero de los que también soy parte”.

Sobre el contraste entre el horror, la belleza y el mensaje de la película

“Para mí, todo de esta película fue un sueño. No solo porque puedo interpretar a Cenicienta, sino que es Cenicienta en esta versión y no en la versión de Disney, que es una especie de princesa ideal. Emilie Blichfeldt es una cineasta increíble y hace películas que no solo cuentan historias importantes, también son visualmente hermosas, como si quisieran algo. Y es genial cuando todos los aspectos se juntan. Pero también fue un poco abrumador para mí de alguna manera, porque yo no me siento como Agnes, yo a veces me siento como la hermanastra fea, así que tuve que buscar la manera de que mis inseguridades no se interpusiera en el camino de Agnes, así que tuvimos muchas conversaciones interesantes sobre lo que significa ser una mujer en la actualidad, o un hombre”.

Sobre cómo la sociedad alimenta las inseguridades

“Es interesante que esto viene de la madre de Elvira, porque ella no tuvo lo que quería, entonces está poniendo la presión en su hija. Yo veo eso con mis amigas, digo, no quiero atacar a nuestras madres, pero creo que muchas de las inseguridades que tenemos vienen de lo que escuchamos creciendo y de lo que decían nuestras madres cuando lo estábamos haciendo. Creo que si empezamos a ser un poco más amables con nosotros mismos, el mundo podría ser un lugar mejor”.

Sobre la historia original y sus elementos sangrientos

“Yo no sabía nada de esta historia, yo crecí con la versión de Disney, y creo que es muy cool que las versiones originales están empezando a tener protagonismo, porque creo que nos pintan una mejor imagen de nuestra realidad. En esta versión, la chica que termina con el príncipe no es la que tiene suerte, ella tiene que estar con este hombre horrible al que no ama, pero esa es su única manera de sobrevivir, mientras que en la película animada es todo muy romántico, y te hace creer que, si consigues al príncipe, entonces eres la mujer con más suerte del mundo, y eso no es verdad”.

Sobre lombrices, huevos y “tratamientos” extremos

“Yo no fui parte de muchas de esas escenas, pero las vi en el cine por primera vez y fue impactante, de hecho sentí que tenía que vomitar, e incluso cuando hablo de eso, me imagino a Lea filmando esas escenas y lo brutal que tuvo que haber sido. Lo que me parece hermoso es que el final es esperanzador, y no tiene nada que ver con un príncipe que rescata a la princesa”.

Fuentes: Kinotico.es, gq.com

Utzi iruzkina

Gune honek Akismet erabiltzen du zaborra murrizteko. Ikusi nola prozesatzen diren zure erantzunen datuak.