Maiatzak 13: Ghostlight

GHOSTLIGHT

(Estatu Batuak, 110´)

Zuzendariak: Alex Thompson, Kelly O’Sullivan. 

Gidoilaria: Kelly O’Sullivan. 

Aktoreak: Keith Kupferer, Dolly De Leon, Katherine Mallen Kupferer. 

Argazkia: Luke Dyra

Musika: Quinn Tsan

Sinopsia/ sinopsis:

Dan eraikuntzako peoia da, eta familiako tragedia batek atsekabetua bizi da. Sharon emaztearengandik eta Daisy alaba talentudun baina arazotsuarengandik urrun, Danek kontsolamendua eta komunitatea aurkituko ditu aktore amateurren konpainia batean. Protagonistak bere emoziorik sakonenei aurre egin beharko die Shakespeareren tragediarik handienari buruzko aurrekontu txikiko antzezpen batean.

Dan , es un peón de la construcción de mediana edad afligido por una tragedia familiar. Alejado de su abnegada mujer Sharon y su talentosa pero problemática hija Daisy, Dan encuentra consuelo y comunidad en una compañía amateur de actores inadaptados. El protagonista se ve obligado a afrontar sus emociones más profundas en una representación de bajo presupuesto de la mayor tragedia de Shakespeare.

Sariak:

  • Seattle International Film Festival 2024: Zuzendari onena eta interpretazio onenari saria
  • Chicago Film Critics Association Award 2024: Aktore onenari izendapena (Keith Kupferer).
  • Film Independent Spirit Awards 2025: 8 izendapen.

Los directores Alex Thompson y Kelly O’Sullivan han conseguido crear, desde la modestia y la sencillez, una obra de lo más especial que, como curiosidad, está protagonizada por tres actores con escasa o nula experiencia anterior ante las cámaras y que, además, son familia en la vida real. Así, Keith Kupferer y Tara Mallen están casados y son padres de Katherine Mallen Kupferer, y en el filme encarnan a un matrimonio que pasa una mala racha y a su conflictiva hija, respectivamente. Todos ofrecen unos trabajos actorales muy frescos y emocionantes, ayudados, además, de esa autenticidad que les otorga los verdaderos lazos familiares les unen. Keith Kupferer, en un trabajo que le ha valido múltiples nominaciones en la última carrera de premios, borda su papel de Dan, un peón de la construcción que no sabe cómo manejar el duelo por la fortuita muerte de un hijo adolescente. Su forma de ser, poco comunicativa, le hace encerrarse en sí mismo y no ser capaz de exteriorizar toda la pena y la culpa que invaden su interior. Este aislamiento hace que la relación con su esposa, la comprensiva Sharon, no pase por su mejor momento, algo a lo que se une la reciente expulsión de su hija Daisy del centro en el que estudiaba, a causa de su comportamiento agresivo y rebelde.

Los mayores aciertos habría que buscarlos en el precioso guion de Kelly O’Sullivan, que rebosa humanidad y ternura en cada línea de diálogo, que quiere y cuida a unos personajes entrañables, cálidamente interpretados por un reparto en estado de gracia, y en el cariño con el que aborda del proceso creativo que rodea a una obra de teatro. El filme refleja a la perfección cómo un grupo de personas inadaptadas utiliza el denominado “espacio seguro” del viejo cine, para, por un rato, meterse en la piel de otras completamente diferentes, y, concretamente en los casos de Dan y su hija, los ensayos de la obra funcionan como terapia para sobreponerse al drama que les impedía avanzar en sus vidas., ya que ficción representada sobre las tablas se difumina con los sentimientos reales de los personajes, a causa de los recuerdos que esta les hace revivir. En definitiva, Ghostlight es una de esas películas pequeñitas en dimensiones y grandes en logros, que llegan sin hacer excesivo ruido, pero que, una vez que la descubres, consiguen tocarte el corazón y se quedan grabadas en la memoria hasta mucho tiempo después de su visionado. Sin ser sensiblera o moralista, ensalza valores como la solidaridad, la amistad y el valor de la unidad familiar para sobrevivir ante las adversidades, de forma natural y muy cercana, logrando que el público se sienta fácilmente identificado con los personajes y sus conflictos. 

ENTREVISTA CON LOS DIRECTORES: ALEX THOMPSON Y KELLY O’SULLIVAN

¿Puedes hablarnos de tu inspiración para esta película?

Kelly O’ Sullivan: En plena pandemia, me sentía muy solo y echaba de menos la comunidad. Vi que el teatro Shakespeare había dejado de hacer una representación en directo de Romeo y Julieta para hacer una versión filmada con Jessie Buckley y Josh O'Connor. Me encantan esos actores, especialmente Jessie Buckley. Nunca he sido un gran fan de Shakespeare, pero por alguna razón, la intimidad entre la representación y la filmación me conmovió profundamente. Así que pensaba en esa comunidad y en poder hacer algo en medio de la soledad.

Entonces me vino a la mente el personaje de Dan, un hombre que creció en un mundo que le ha dicho que la emotividad es una debilidad. Necesita un espacio para expresarse, y lo encuentra a través de este grupo de actores de teatro comunitario. Fue entonces cuando empecé a entrelazar las ideas del Shakespeare clásico con la especie de escenario real de Romeo y Julieta que está sucediendo en su vida.

Como idea visual, ¿cómo se configuró la interacción entre lo teatral y la vida real de estos personajes?

Alex Thompson: Fue en cierto modo una evolución. Dado que la historia tiene más catarsis y cambia aún más bruscamente en ciertos momentos, sentimos que nos daba más libertad usar un lenguaje cinematográfico más amplio, para poder transmitir mensajes más contundentes con la forma en que la montamos y la filmamos. Pero intentamos usar una lente muy similar a la de “Saint Frances”. Luke Dyra, quien la filmó, fue el jefe de iluminación de mi última película, “Rounding”, y trabajó durante una década con Nate Hurtsellers. Nate iba a filmar esto, así que Luke era muy consciente de querer honrar esa paleta y ese mundo que habíamos construido a lo largo de los años, y se sintió como un desarrollo muy natural.

Kelly O’Sullivan: Nos inspiramos en muchas películas de cine que hemos visto. Analizamos cómo rodaron algunos de sus momentos de proscenio en “Esperando a Guffman” y mencionamos “Campamento Teatral”, filmado por Nate Hurtsellers.

Alex Thompson: “Hechizo de Luna” fue una película muy importante para mí porque hay mucho en ella que combina la tragedia y la comedia en un mismo plano. Encontrar esos puntos de referencia fue muy fácil una vez que los actores llegaron al set, porque acabaron mostrándonos lo que les parecía correcto. El rostro de Katherine exigía una lente específica, y esa se convirtió en su lente.

Algo que me pareció una locura es que la forma en que los personajes de la película se presentan en el teatro es, aparentemente, la forma en que la familia se unió a la película…

Kelly O’Sullivan: Qué gracioso. Así fue exactamente. Sí, Keith, luego Katherine y luego Tara.

¿Cómo fue incorporarlos a la película que estás haciendo? Porque tener esa dinámica familiar real debió cambiar las cosas, al menos un poco.

Alex Thompson: Todo se volvió mucho más fácil en cuanto los elegimos a todos. En cuanto llegaron al set y los grabamos juntos por primera vez, pensamos: “¡Dios mío, va a ser facilísimo!”, al menos las escenas con ellos, porque tenían muchísima química y fue un placer capturar esa dinámica innata. Mientras los elegíamos uno por uno, surgió la idea: “¡Genial! ¿Podemos tenerlos a los tres?”. Y entonces todo culminó en su increíble química.

Una vez en el teatro, esas escenas son tan mágicas, en parte por la gracia con la que el elenco se mueve por la sala y conversa con tanta fluidez. ¿Se coreografiaron esas escenas y lograron que todos estuvieran sincronizados?

Alex Thompson: Fue difícil. Era cuestión de decidir: “¿Quién va a estar en la sala? ¿Quién se va a sentar?”. Queríamos que el espacio diera la sensación de que se podía trabajar como actor en cualquier rincón de la sala, y como hacíamos todo eso una y otra vez, en cada nueva escena cambiábamos los muebles o decidíamos que la gente se sentara en diferentes lugares, lo que favorecía nuevas dinámicas. Fue divertido porque nuestro modus operandi era mantenerlo interesante y dinámico.

Kelly O’Sullivan: Y me encantaba todo lo que había en ese espacio de ensayo porque realmente se parecía a los espacios de ensayo en los que he estado en un millón de momentos y momentos diferentes de mi carrera, así que fue muy natural colocar a la gente y decirles: “Bien, y luego te paras aquí”. Fue muy divertido.

¿Qué esperas que la gente vea en tu película?

Kelly O’Sullivan: Espero que vean el valor de la empatía. Gran parte de la película dice: “Pónganse en el lugar del otro por un minuto”. El valor de la expresión, el valor de hablar de cosas realmente difíciles, y espero que se rían mucho. Porque creo que esta película es a partes iguales comedia y drama. Hay mucho que ver con eso. Espero que haya una liberación de ambos, como quizás algunas lágrimas, pero también muchas risas, y que haya una aceptación de lo absurdo y de la catarsis a partes iguales.

Fuentes: elantepenultimomohicano ( revista de cine independiente y de autor)/ cinemafemme.com/ moveablefest.com

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